Comienzo por el precioso mural del artista alicantino Gastón Castelló (1901-1986) que han colocado en el edificio de información turística y es una alegoría del pueblo de Calpe en aquellos tiempos: la pesca, el Peñón de Ifach, los cultivos y sus habitantes. Está hecho con mármoles y piedras alicantinos.
Un lugar que me encanta es esta placita que el pueblo le dedica a los maestros: la Plaça del Mestre D. Federico Llopis, que es un rincón ideal para estar un rato con los niños: se puede jugar en sus mesas de mosaico al parchís, a las damas, a las tres en raya o pintar en la pizarra. Un agradable rinconcito del pueblo donde el mosaico es protagonista.
Podemos encontrar aquí y allá pequeños rincones decorados con mosaicos, fuentes y pinturas murales que cuentan parte de la historia de esta villa.
Y este enorme mural, tributo a Calpe como villa pesquera y agrícola, que podemos encontrar frente a la Casa de Cultura, obra de Elías Úrbez y Rubén García en 2003.
Los Baños de la Reina, yacimientos arqueológicos romanos del siglo I aproximadamente, albergaban una maravilla de mosaicos en blanco y negro, pero sus restos se encuentran hoy en día en el Museo Arqueológico de Alicante.
Esta calle llena de mosaicos hechos con cantos rodados es un ejemplo de con qué poquito se pueden crear espacios llenos de encanto:
Los murales de la Iglesia Parroquial son una preciosidad de la que, lamentablemente, no tengo buenas fotos...todavía:
En Calpe, el mosaico está vivo y contribuye, con sencillez, a crear lugares llenos de encanto.
2 comentarios:
muy bueno. pero, esto es lo que te ha hecho artista o es ya como artista que lo has descubierto? en ambos casos una sensibilidad hacia el espacio que habitas muy contagiosa
Hola Antonio! Pues, fíjate, un montón de años yendo a Calpe y es sólo desde hace un par que lo estoy descubriendo. Parece que cuando tenemos las cosas a nuestro alcance no las valoramos como es debido, me hace sentir bastante estúpida, la verdad.
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