miércoles, 4 de abril de 2012

Lámpara de aceite en mosaico

Noviembre 2011

En Rávena, también trabajé el mosaico tridimensional. Pensé que tenía que ser algo fácil y que se pudiera completar en cinco días, porque se tenía que secar antes de podérnoslo llevar.  Aquí está mi trabajo: la lámpara de los deseos.

Cortar las teselas para un trabajo en tres dimensiones es diferente. Hay que cuidar mucho que los grosores sean parecidos. Lo que parecía que iba a ser un trabajo fácil se tornó bastante complicado, sobre todo por el cronómentro: tic tac, tic tac...


Utilicé mármol travertino rojo, rojo de alicante y rojo verona. También mármol blanco y esmaltes. La llama lleva esmaltes y un poquito de oro auténtico (metido entre capas de cristal).
La base está hecha de poliestireno que tallé lo mejor que pude, aunque YA SÉ que la llama me ha quedado enorme, descomunal... Es que es una llama alimentada por miles de  deseos, por eso es tan grande... :) ¡Ay qué malo es trabajar a toda pastilla!. Es muy necesario parar, levantarse y verlo desde fuera como si fuera la primera vez que lo vemos. Es la mejor manera de darse cuenta de lo errores. Y esta llama está llena de errores, pero aún así me gusta el trabajo que hice. Los errores son los que más me enseñan, por eso quiero ponerla entre mis trabajos, aunque a casi nadie le guste. No ven en ella todo lo que veo yo.

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