viernes, 26 de octubre de 2012

Árbol mural de mosaico terminado

 
¡Al fin está terminado!
Esta terraza tan grande ya tiene un árbol perenne que ha llegado para quedarse y darnos no su sombra ni sus frutos, pero sí su compañía. Como mosaico que es, refleja la luz según el momento del día y en los atardeceres la luz juega con él regalándonos preciosos matices.


Como he tardado tanto, le han salido flores y lo alegran un poquillo más.


Le he dado lechada por los bordes, que al ser de cerámica estaban desprotegidos frente al agua y el hielo.


La climatología y lo engorroso del trabajo (que si te pones es mejor seguir y no andar con interrupciones) han contribuído a tardar más de la cuenta en terminarlo, pero ya está. Las nubes y el frío ya no me preocupan; el arbolito está preparado: que llueva y hiele lo que sea. Ahora sólo queda pintar la pared que ha quedado bastante sucia, por la lechada negra que ensucia bastante. Cuando saque tiempo ya lo haré, que ahora tengo otras prioridades. Un montón de proyectos de mosaicos se me amontonan....¿por qué cunde tan poco el tiempo?



sábado, 20 de octubre de 2012

Ammonites, boceto en mosaico


  
 Ammonites, 2007.  Teselas vítreas, caracolitos, cemento. 35x35cms

Este es un trabajo que hice para probar algunas cosillas, hace ya unos cuantos años. En concreto, es del 2007. Nació de pequeños ratillos robados en aquellos tiempos de crianza a tiempo completo de Arun, mi primer niño. Él debía de tener 6 meses como mucho. 

Con mucha autocrítica, y siendo como era, un ejercicio, lo dejé olvidado. Hace unos meses lo recuperé y lo tengo en mi pequeño taller. Lo veo a diario y me gusta. Sí, ya sé que tiene muchos fallos, que no es ninguna maravilla. Pero esos fallos me sirvieron en su momento para aprender y ahora sólo me fijo en los aspectos que sí que me gustan. Así que le he hecho unas cuantas fotos y quiero que forme parte de este diario sobre mis aventuras con los mosaicos, con todo derecho. 


Cada mosaico que hacemos es un ejercicio, un paso adelante. Hay algunos que nos gustan más y otros de los que no nos sentimos tan satisfechos, pero todos son importantes y forman parte de nuestro crecimiento y experiencia en este arte. Dicen que deberíamos enmarcar todas nuestras obras, incluso aquellas que no nos gustan y es verdad, con el tiempo nuestra percepción cambia y al enmarcarlo lo elevamos de categoría y le damos una dignidad que a veces les negamos porque no han cumplido nuestras expectativas del momento.




miércoles, 3 de octubre de 2012

Lechada del árbol casi terminada


El arbolito de la terraza ya tiene casi toda la lechada. Me quedan dos trocitos de ramas pero ¡se me ha terminado el cemento!. Da mucha rabia. Toca comprar otra bolsa de 5 kilos, ya que tengo que dar lechada también en todo el contorno de la figura para que quede bien protegida de la lluvia y sobre todo, del hielo que ya no tardará en llegar. Para la semana que viene anuncian mínimas nocturnas por debajo de 0ºC... Toca correr, ahora ya de verdad, y dejarlo todo preparado durante esta semana de solecito y buenas temperaturas. ¡Que todavía faltan las hojas!


 Entre lluvias y demás líos, me ha costado sacar los ratitos para avanzar con la lechada. Con lo mucho que los disfruto: trabajando tranquilita, con mi música preferida, viendo cómo va cobrando vida la obra poco a poco, trocito a trocito.



 Trabajar en el exterior tiene muchos condicionantes: calor, aire, frio, lluvia, etc, pero también he tenido muchos momentos de placer, como hoy, por ejemplo: trabajando al solecito, después de una semana de lluvias. Incluso, ha habido días de dejarlo todo para contemplar escenas como ésta: belleza en estado puro.