miércoles, 3 de octubre de 2012

Lechada del árbol casi terminada


El arbolito de la terraza ya tiene casi toda la lechada. Me quedan dos trocitos de ramas pero ¡se me ha terminado el cemento!. Da mucha rabia. Toca comprar otra bolsa de 5 kilos, ya que tengo que dar lechada también en todo el contorno de la figura para que quede bien protegida de la lluvia y sobre todo, del hielo que ya no tardará en llegar. Para la semana que viene anuncian mínimas nocturnas por debajo de 0ºC... Toca correr, ahora ya de verdad, y dejarlo todo preparado durante esta semana de solecito y buenas temperaturas. ¡Que todavía faltan las hojas!


 Entre lluvias y demás líos, me ha costado sacar los ratitos para avanzar con la lechada. Con lo mucho que los disfruto: trabajando tranquilita, con mi música preferida, viendo cómo va cobrando vida la obra poco a poco, trocito a trocito.



 Trabajar en el exterior tiene muchos condicionantes: calor, aire, frio, lluvia, etc, pero también he tenido muchos momentos de placer, como hoy, por ejemplo: trabajando al solecito, después de una semana de lluvias. Incluso, ha habido días de dejarlo todo para contemplar escenas como ésta: belleza en estado puro.


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